La lesión de Juan Pablo Carrizo le hace saber a River que no tendrá un semestre fácil. Fuera de la promoción pero ahí nomas, cualquier traspié puede hacerlo caer de nuevo en su miedo mas temido.
El 1 riverplatense es más que un arquero para el plantel, es un claro referente para los más jóvenes. Hace unos días JJ Lòpez había dicho: “encontré la columna vertebral con Carrizo, Almeyda, Ferrari y Pavone”. Ahora la base de esa columna se quebró, y va a hacer tambalear a toda esa formación que tiene el técnico en la cabeza. Los arqueros que hoy tiene River, no están cerca de la seguridad y personalidad del loco. Vega tiene experiencia pero no es un arquero salva partidos como el ex arquero de Lazio. La defensa se sentirá insegura, se tendrán que acostumbrar a nuevos gritos. En la mitad de la cancha, el pelado Almeyda deberá mirar para adelante para mantener un orden pero ahora también para atrás. Esa primera conexión de mando en la columna del negro López se rompió, y estará renga por 2 o 3 meses, muchas fechas para un equipo que necesita sumar. Ya sufrieron en el Apertura 2010 con la lesión del 5 millonario, dejaron muchos puntos en el camino sin el león en cancha y no se puede repetir.
Carrizo debe recuperarse bien, no tiene que apurarse porque tiene que llegar a su gran nivel no solo en River, con vistas a la Copa América, merece otra oportunidad en la selección.
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